El Universal
Cuando la palabra descenso se menciona, la nación chiva tiembla, porque aunque faltan cuatro meses para definir al equipo que perderá la categoría, la presión cada día se agranda más para los de Verde Valle.
Hoy, Chivas, el más popular de México, es último en el porcentaje.
En la historia del futbol mexicano, ningún club de los considerados “grandes” —América, Cruz Azul, Pumas y Guadalajara— ha descendido a la llamada Liga de Ascenso, mas esto no quiere decir que los “históricos” sean inmunes a este mal. El universo futbolístico internacional ha demostrado que los grandes también caen.
No hace mucho, en Sudamérica, Argentina lloró cuando en 2011, los Millonarios dejaron de serlo: River Plate pisó fondo y se fue de la Primera. El mal se propagó cuando Independiente también descendió, en 2013.
En 1996, Brasil vivió la tragedia cuando Fluminense bajó a los infiernos y le siguieron Palmeiras, en 2002 y 2012; Gremio, en 2004, y Vasco da Gama, en 2008 y 2013.
Colombia se contagió: América de Cali probó la hiel del fracaso en 2011, y en Chile, la “U” sucumbió en 1988.
Ocupa y preocupa. La situación de las Chivas no es para tomarse tan a la ligera, porque además de la crisis porcentual, el América es ahora el máximo ganador de títulos en México.
Jorge Vergara, dueño del Rebaño, ha manifestado en reiteradas ocasiones, que la posibilidad de perder la categoría “no pasa por mi mente. Es algo que no va a suceder, por eso no lo pienso ni me lo imagino. Somos positivos y sabemos que esto aún no se acaba”.
El mal del descenso también llegó a Europa. Atlético de Madrid, uno de los tres grandes de España, sufrió el descenso en el año 2000. En Inglaterra, el Manchester United, con todo y su prosapia, perdió la categoría en tres ocasiones, la más reciente fue en 1974.
En Italia, el descenso ha tenido otras aristas. Milán y Juventus han descendido, no sólo por cuestiones deportivas, sino también jurídicas.
Los Rossoneros se fueron en 1980 por estar involucrados en un fraude y en 1982, al quedar últimos en la tabla. A la Juve la castigaron en 2006, cuando sus directivos fueron encontrados culpables de arreglo de partidos.
Duele a la distancia. A lo lejos, quienes alguna vez fueron parte del chiverío, sufren por la situación. Saben que su grandeza ya no los puede salvar.
“Duele tener que mirar hacia arriba al América, pero más que se tiene que pelear por no descender”, confiesa Benjamín Galindo, ex jugador y ex técnico de Chivas. “El club debe estar alerta, porque América ya lo rebasó, pero sobre todo, porque no debe irse”, opina.
Para Alberto Guerra, campeón como técnico en 1986-87, todo esto “es la consecuencia del trabajo de los años recientes. Es una realidad que a Chivas no se le dan las cosas y al América sí”.
Mientras que Fernando Quirarte, uno de los máximos símbolos del Guadalajara, trata de animar a las huestes rojiblancas. “No es para llorar, pero hay que hacer algo. Es hora de despertar. Guadalajara es un grande y estoy seguro no se va a ir a la Segunda”. Pero la historia marca que sí, que los grandes también sufren dolorosas caídas.