Como cada vez que se enfrentan los rivales de la ciudad, Jalisco se detiene por un nuevo clásico tapatío y al Guadalajara le llegó la hora de silenciar las voces que hablan del futuro de Fernando Gago, de aclarar el panorama nublado por el humo del explosivo detonado por Roberto Alvarado y sólo lo podrá hacer respondiendo en la cancha.
Está obligado a derrotar al Atlas. La afición rojiblanca está cansada de la incertidumbre que rodea a su equipo y un triunfo en su casa, el estadio Akron, sería la cura al dolor provocado por errores propios de directivos y jugadores. El Rebaño recibe a la Academia en medio de una racha de 10 partidos invicto como local y a uno de igualar la marca histórica de 2017, año en el que se proclamó campeón. Son siete meses sin conocer la derrota en el Akron y tres clásicos consecutivos que se tiñen de rojo y blanco.
Sin embargo, ya entregaron el Clásico Nacional frente al América y contra el rival de la ciudad no hay margen de error. “Queremos ser protagonistas, ganar el partido y pasarle por encima al rival” declaró Fernando Beltrán, atacante del Guadalajara previo al encuentro.
Aldo Rocha, el capitán y referente de los Rojinegros reconoció que “estamos en un bache y estamos pensando en revertir la situación, en sumar de a tres, porque también nos podemos meter otra vez entre los ocho primeros”.
A Chivas se le escapó el triunfo la jornada pasada contra el Monterrey y el Atlas arrastra una racha negativa de tres partidos al hilo con derrotas; sin embargo, en los clásicos no importa el presente de cada uno, y entre la pasión y el orgullo se juega mucho más que por tres puntos.
Será, sin lugar a dudas, una verdadera batalla por el honor.