Y aunque suene inverosímil, Matías Almeyda, director técnico del Guadalajara, cree, siente, piensa, que las Chivas aún pueden clasificar a la Liguilla del Clausura 2018.
El Guadalajara tiene ocho puntos, es antepenúltimo de la clasificación, y se encuentra a siete unidades del octavo lugar, último que da derecho a entrar a las finales. Las matemáticas hablan de que tal vez, aunque la realidad dice que lo más seguro “es que no”, que ya no le va a alcanzar al Rebaño Sagrado.
Pero soñar no cuesta nada. “Mientras haya posibilidad, no dejaremos de luchar, lo haremos hasta el final”, dice el argentino, optimista por el futuro, aunque realista por lo que vive en el presente, un equipo que sólo ha derrotado al Necaxa y que como local —condición en la que suelen ganarse las clasificaciones a la fase final del balompié mexicano— apenas tiene un par de igualadas y tres derrotas.
“La realidad es que con tantos empates [los tapatíos llevan cinco en el torneo] no alcanza; eso es real, pero lo bueno es que hemos levantado el nivel, y eso es muy bueno, porque —a pesar de no ganar— los chicos han seguido trabajando, confiando en lo que se hace y eso se ha reflejado en la cancha, no en los resultados”, admite el Pelado.
Cuatro empates seguidos no deja avanzar mucho, mas Almeyda ve otras ganancias. Los rojiblancos igualaron con el Querétaro (2-2), el Pachuca (1-1), los Pumas (1-1) y el América (1-1). El problema es que sólo les restan por disputar 21 en la fase regular y necesitan 19 para alcanzar 27, cifra que garantiza estar en la Fiesta Grande del futbol mexicano desde que se eliminaron los grupos y clasifican los ocho primeros de una tabla única. Las cuentas son tan sencillas como dolorosas para el entrenador argentino y sus jugadores, de los siete encuentros que les restan, deben ganar seis y empatar uno. Lo malo es que el desempeño en lo que va de este torneo impide soñar con eso.
“Hemos recuperado el estilo Chivas… Porque Chivas tenía un estilo y nos ha vuelto la memoria. Hemos jugado para ganar. Siempre salimos con esa mentalidad y con esa actitud a la cancha. Lo estamos mereciendo, pero no se trata de eso, se trata de ganar”, admite.
El entrenador se levantó de su banca con una sonrisa después de igualar ante el América, un punto que no ayudó de mucho a la imagen del equipo, pero fue contra el que en ese entonces era el líder de la competencia, lo que le da para soñar con que su equipo tendrá un cierre vertiginoso y alcanzará a colarse a la ronda de los ocho.
“Hay empates que te sacan una sonrisa y empates que no… Quizá este sí, pero —reitero— nuestra mentalidad es ganadora y siempre queremos ganar”, aunque ese verbo en el Guadalajara sólo sea ilusión, como lo es entrar a una Liguilla.