Querétaro.- La selección chilena ha cambiado a partir de que le propinó siete goles a México hace un par de años. Desde el bicampeonato en la Copa América hasta la fecha, los andinos estuvieron en lo alto y cayeron hasta tocar fondo.
La Roja fracasó en clasificar a la Copa del Mundo de Rusia y no ha encontrado un balance en su futbol, como el que la llevó a reinar sobre el continente. El nuevo entrenador Reinaldo Rueda no convence a los aficionados y la generación dorada se le agota. En los últimos cuatro años, el combinado chileno ha vivido de todo.
El primer golpe de autoridad de Chile fue en Brasil 2014, donde pisó a una España que ya estaba tendida sobre el suelo. En el segundo partido de la fase de grupos, los sudamericanos vencieron 2-0 a la entonces campeona del mundo, para asegurar el pase a los octavos de final. A pesar de que fueron eliminados en esa ronda, forzaron la serie de penaltis ante los anfitriones y se despidieron del Mundial con la cabeza en alto.
Chile recibió la Copa América al año siguiente, con la mejor generación de futbolistas en su historia, superior a la de 1962 o la de 1998, comandada por Iván Zamorano y Marcelo Salas. Los andinos encontraron a un rival digno hasta la final, la Argentina de Lionel Messi que venía de perder la Copa del Mundo ante Alemania.
En uno de los partidos más ríspidos del certamen, la igualada a cero goles obligó que el monarca se definiera desde el manchón. Los entonces dirigidos por el argentino Jorge Sampaoli se impusieron 4-1 sobre la albiceleste, dentro del estadio Nacional de Chile pintado de rojo por más de 40 mil aficionados que vieron a su selección levantar el trofeo americano.
No pasaron ni 12 meses para que estos combinados se enfrentaran en una nueva final, la de la Copa América Centenario. Antes de ese duelo, los andinos azotaron 7-0 a la Selección Mexicana, en los cuartos de final del certamen –la peor derrota del Tricolor en un partido oficial–.
El segundo encuentro entre Chile y Argentina, en la disputa por la corona del continente, tuvo el mismo guión: empate sin goles, serie de penaltis y la Roja con el final feliz. Sin embargo, Sampaoli ya no estaba en el banquillo, su lugar había sido ocupado por otro argentino, Juan Antonio Pizzi, porque “Sampa” fue contratado por el Sevilla.
Fue el tercer descalabro de Lionel Messi en tres años con su selección. El astro del Barcelona voló su disparo desde el manchón y puso en jaque su continuidad con la albiceleste.
Con estos dos títulos y un puñado de jugadores en su mejor momento, los andinos lucían bastante fuertes para el Mundial en Rusia, pero el camino ya lucía bastante complicado. Al término de la primera vuelta de las eliminatorias, la Roja acumulaba 11 puntos y era séptima en la clasificación de la Conmebol, que otorga cuatro boletos directos y uno de repesca.
Para la última fecha de las eliminatorias, el equipo de Pizzi necesitaba vencer a Brasil en Sao Paulo, empatar y que Argentina no ganara en Ecuador o, incluso, perder por un gol ante el Scratch du Oro y que Perú, Argentina y Paraguay no triunfaran. Ninguno pasó.
La época dorada de Chile terminó con una goleada de 3-0 en contra, que lo dejó fuera del mundial ruso. Después del fracaso, el capitán Claudio Bravo y Arturo Vidal anunciaron su retiro, mas el segundo cambió de opinión y jugará esta tarde en Querétaro frente al Tricolor.
La Asociación Nacional de Futbol Profesional de Chile no tardó mucho en anunciar a un nuevo entrenador, ya que Pizzi fue despedido (pero encontró trabajo con Arabia Saudita y sí fue a dirigir una selección en Rusia). El colombiano Reinaldo Rueda firmó contrato en enero para los próximos cuatro años, rumbo a Qatar 2022.
En siete juegos dirigidos, el equipo de Rueda ha ganado dos encuentros y perdido la misma cantidad, la más reciente el viernes 3-0 frente a Perú. Mientras que acumula siete goles a favor y nueve en contra.
Mientras la base de estrellas que lograron la gloria se mantiene, el peso futbolístico que imponía Chile, se ha perdido.