Ekaterimburgo.— Los últimos días han sido de ensueño para Javier Hernández. El Chicharito, quien en los últimos meses nada más no andaba, ni en su club ni en la Selección, llegó a Rusia con etiqueta de suplente, pero no, con su trabajo logró que Juan Carlos Osorio lo pusiera como titular y —gracias a eso— igualara la marca de más goles anotados por un futbolista mexicano en la historia de las Copas del Mundo.
Mas eso, afirma Hernández, no sirve de nada “si la Selección no logra avanzar y trascender”.
El delantero señala que a este combinado se le ha atacado mucho, tanto en las buenas como en las malas: “Soy el máximo goleador de la Selección [50 tantos] y se critica. Tenemos un entrenador de clase mundial y se critica. Estamos a nada de hacer historia y se critica, pero eso es parte del show”.
Prefiere valorar el otro lado de la moneda: “Me quedo con la gente que se ilusiona, que puede soñar con cosas chin… y trabajar para ellas. Ver al país creyendo en nosotros, me quedo con eso. Me quedo con el estadio cuando escucho el Himno Nacional. Me quedo con el respeto para cancelar el grito homofóbico y lo agradezco. Me quedo con eso. Me quedo con México”.
Al final, con el correr de los años “Javier Hernández pasará y vendrán otros jugadores. Lo importante es el país del que estamos orgullosos. Si me quedo como el máximo goleador en Mundiales será muy bueno, pero de nada servirá si no pasamos de ronda mañana [hoy]. Primero es el país, el grupo, y —después— los logros individuales llegarán por consecuencia”.
Más allá de su mensaje de motivación, Hernández destaca que el grupo es eso, un grupo, y que todos han participado para tener al equipo en donde está.
El cambio de mentalidad “ha sido importante. Hay siete jugadores que no han tenido minutos: Alfredo Talavera, Jesús Corona, Érick Gutiérrez, Javier Aquino, Jonathan dos Santos, Marco Fabián y Oribe Peralta. Esos siete, igual que los que hemos tenido minutos, hemos puesto todo para beneficio del equipo, para sumar y quería mencionarlos para que tengan el valor que todos, porque queremos jugar y ayudar, tanto dentro como fuera del campo”.
Nadie es el héroe en esta película de acción: “No porque metí el gol o el Chucky [Hirving Lozano] me la pasó, estamos donde estamos. No. Todos valemos”.