GLENDALE, EU., junio 4 (EL UNIVERSAL).- Todos hablan acerca de la buena racha que arrastra la Selección Mexicana. Es verdad, lleva 19 partidos sin morder el polvo. La más reciente ocasión en que el Tri cayó fue en la Copa América de Chile 2015, 1-2 frente a Ecuador, hace casi un año. También es cierto que desde aquel juego, en Pasadena contra los Estados Unidos, por el pase a la Copa Confederaciones, México no recibe gol. Acumula ocho juegos sin ver violada su portería.
Pero también es de mencionarse que la Selección lleva nueve años y diez meses sin ganar un solo partido en Copa América.
Desde aquel 14 de julio de 2007, cuando México venció a Uruguay en el juego por el tercer lugar de la Copa América de Venezuela, no se ha vuelto a levantar la mano en señal de triunfo en el torneo continental. El juego disputado en el estadio Olímpico de Caracas, capital venezolana, terminó con victoria de 3-1 para México, con las anotaciones de Cuauhtémoc Blanco de penalti, Omar Bravo y Andrés Guardado. El técnico de ese Tri era Hugo Sánchez Márquez.
Después de 2007, México ha tenido que mandar cuadros alternativos a las competencias de Sudamérica. En 2001, en Argentina, el equipo de Luis Fernando Tena fue la Sub-23 venida a menos, ya que días antes del evento, ocho jugadores fueron expulsados por indisciplina, elegante manera de decir que habían metido prostitutas a sus cuartos. Tres derrotas: Chile 2-1, Perú 1-0 y Uruguay 1-0, y último lugar.
En Chile 2015, Miguel Herrera tuvo que llevar un equipo “B” que no pasó de ser un combinado que arrastró el prestigio. Un empate ante Chile 2-2, lo rescatable. La igualada frente a Bolivia 0-0 fue menos de lo que se esperaba y la derrota ante Ecuador mandó al equipo a casa.
Han pasado nueve años y diez meses de la última victoria. Una mala racha de la que hay que hablar.