La sorpresiva victoria del Toluca sobre el Cruz Azul, el domingo anterior, puso de buenas a todos los aficionados de los Diablos Rojos… Bueno, casi a todos.
Tras la salida de José Manuel de la Torre, la directiva choricera se puso a buscar opciones para sustituirlo. Mientras tanto, designó a Carlos Adrián Morales como interino.
Se suponía que sólo dirigiría el partido frente a La Máquina; es más, Hernán Cristante —símbolo escarlata y eterno aficionado al club— ya tenía todo arreglado para volver al banquillo toluqueño, pero el triunfo hizo que los altos mandos prefirieran quedarse con Morales.