CIUDAD DE MÉXICO, mayo 24 (EL UNIVERSAL).- La noche en las tribunas del Olímpico Universitario fue amarga y violenta. Intolerancia a la frustración.
Tras la eliminación de los Pumas en Copa Libertadores, un fuerte conato de bronca se registró en las tribunas felinas.
Aficionados auriazules, en el sector del Palomar, protagonizaron una riña que dejó a un par de personas lesionadas. Elementos de seguridad y de Protección Civil acudieron a calmar los ánimos.
Incluso, en el descanso entre Pumas e Independiente del Valle, en la planta baja se dieron disturbios de los asistentes y vendedores por limitar la venta de alcohol.