CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 8 (EL UNIVERSAL).- La difícil labor que debe realizar Arturo Brizio en busca de renovar el arbitraje mexicano continúa con acciones específicas que han comenzado a cimbrar a aquellos que hasta hace unas semanas se sentían inamovibles.
Una vez que el presidente de la Comisión de Arbitraje ha decidido «limpiar» al grupo que dirige y comenzar a trabajar con los jóvenes en quienes ha visto el potencial que ayude a la mejora en la labor de los silbantes, también ha iniciado el desfile de aquellos que ya no estarán más.
Ante esto, han comenzado los trámites para la liquidación de aquellos personajes que no entran en los planes de Brizio (Paul Delgadillo, Francisco Chacón, José Luis Camargo, entre otros), cuya disolución de la relación laboral será en buenas condiciones por parte de los directivos, en espera de que con esto no dejen ningún cabo suelto.
Iniciarán, además, con las reuniones y el requerimiento de testigos para la firma de los acuerdos con los que pongan fin a todo vínculo entre ambas partes.
Además de no pasar las pruebas físicas, una de las razones principales por las que Brizio ha decidido cortar con estos elementos es la manera en que querían meterse en las decisiones de la comisión, como en las designaciones de cada jornada.
Una vez fuera estos cabecillas, el presidente de la Comisión de Arbitraje tomará a los árbitros que vienen del Ascenso MX y a los jóvenes en Primera para trabajar y mejorar en los aspectos que ha detectado son primordiales para que exista una mejora real en el desempeño de este gremio, que ha perdido credibilidad por malas decisiones, pero también por lo que ha ocurrido fuera de la cancha.
Ante esta situación, quienes quedarían como cartas principales son César Ramos (quien además estará en el Mundial de Rusia 2018) y Fernando Guerrero, quienes tendrán que responder a la confianza que les depositarán.
La única duda que se mantiene es la de dejar o no a Roberto García Orozco. La gente cercana a Brizio le ha dicho que debe sacar todo lo que «huela» a aquellos elementos que hoy quiere dejar fuera para «que no vuelva a contaminar y debilitar así a la AMA. Si lo logra podría ser el fin de la asociación y hasta buscarían formar algo diferente que vea por el bien de un gremio sacudido.
Otro de los cambios que busca implementar el ex silbante, es lograr que la Comisión de Arbitraje sea autónoma, con lo que espera recuperar parte de la credibilidad que se ha debilitado en los últimos años. Para esto tendrá que preparar un plan que le permita separarse de la federación.
«El Cantante» pitará la final
Fernando Guerrero será el árbitro para la final de vuelta del Apertura 2017, entre el Monterrey y los Tigres. A lo largo de la Liguilla, el silbante de 36 años dirigió los duelos de vuelta por los cuartos de final entre América y Cruz Azul, y la semifinal de vuelta entre los Tigres y las Águilas. En mayo de 2016, «El Cantante» fue el central en el partido definitivo por el título del Clausura 2016 entre el conjunto del Monterrey y el Pachuca