Como es habitual, la finales de la Copa Libertadores terminan siendo épicas. La edición 2024 no decepcionó y nos regaló una gesta heroica en el Estadio Monumental de Buenos Aires.
Todo parecía indicar que Botafogo sufriría demasiado en los 90 minutos con la expulsión de Gregore de Magalhaes apenas a los dos minutos de juego; sin embargo, el destino tenía otra historia que contar.
El conjunto de La Estrella Solitaria demostró carácter y pundonor y, a pesar de que disputó 97 minutos con un jugador meno, logró imponerse con contundencia (1-3) al Atlético Mineiro.
La desventaja numérica no fue impedimento para que la escuadra de Río de Janeiro supiera controlar el ritmo de la final, disputada en Argentina, donde a la postre levantaría el trofeo más codiciado del continente americano.
Luiz Henrique (35′) y Alex Telles (44′) adelantaron al Botafogo antes de que finalizara la primera parte en la casa del River Plate. La ventaja no la desaprovecharían y la mantendrían hasta el final.
Eduardo Vargas, un viejo conocido del futbol mexicano, le devolvió la alegría y la ilusión a la escuadra del Belo Horizonte con su anotación al minuto 47.
La final de la Copa Libertadores estaba más viva que nunca; sin embargo, el propio atacante chileno no fue capaz de igualar el marcador y se perdió dos oportunidades claras de gol.
Los dirigidos por Artur Jorge no desaprovecharon la última ocasión que tuvieron frente al marco rival y, en el minuto 97, Júnior Santos puso cifras definitivas para que el Botafogo se proclamara campeón de la edición 2024.
Primer trofeo continental para el equipo de Río de Janeiro en su primera final disputada. Título más que merecido.
Con la victoria del Botafogo, Brasil sigue imponiendo su amplio dominio en la Copa Libertadores, ya que conquistado las últimas seis ediciones de manera consecutiva. El Brasileirao no se cansa de demostrar que es la mejor liga de América.