El futbolista francés Karim Benzema, del Real Madrid, aterrizó hoy en la capital de España y se entrenó con los fisioterapeutas después de ser imputado en su país por su presunta participación en un delito de chantaje a su compañero de selección Mathieu Valbuena.
Nada más aterrizar en la terminal ejecutiva del aeropuero de Barajas, Benzema se dirigió a la Ciudad Deportiva del Real Madrid para continuar su plan de recuperación por una lesión muscular que le tuvo sin jugar durante el último mes.
Benzema llegó al centro de entrenamiento en coche, rodeado de una gran expectación mediática, y entró con una amplia sonrisa en el rostro.
El futbolista fue imputado por «complicidad en un intento de chantaje y participación en una asociación de malhechores para
preparar un delito castigado al menos con cinco años de cárcel», según fuentes judiciales.
El jugador quedó en libertad y abandonó el Palacio de Justicia de Versalles tras haber pasado 24 horas en arresto para declarar sobre el caso.
Benzema afronta la parte final de su recuperación tras su lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, producida el 8 de octubre durante un partido amistoso ante Armenia.
Más allá de las consecuencias judiciales, está por ver qué sucede en los próximos días en relación con el desarrollo su profesión.
Aunque se daba por segura su reaparición el domingo en el partido de la Liga española ante el Sevilla, los últimos sucesos permiten dudar de su participación en dicho encuentro, en el que el Real Madrid defenderá el liderato del torneo. No sólo está la cuestión física, sino su condición anímica.
Por otra parte, Benzema no fue convocado para los próximos partidos de la selección francesa, por lo que el futbolista tendría tiempo suficiente para afinar su puesta punto y encontrar la tranquilidad necesaria para afrontar con garantías el clásico ante el Barcelona del 21 de noviembre.
El Real Madrid no se pronunció públicamente ni realizó ningún comunicado en relación con la situación de Benzema.