El Universal
El Benfica se clasificó hoy brillantemente para los cuartos de final de la Liga de Campeones tras eliminar a un decepcionante Zenit (1-2), que no sólo fue incapaz de remontar el gol en contra del partido de ida, sino que volvió a caer ante los lisboetas.
Los portugueses, que viajaron a San Petersburgo con numerosas bajas en defensa y sin el brasileño Julio César en la portería, castigaron la falta de ambición de los rusos, que fueron un manojo de nervios durante todo el encuentro.
El Zenit volvió a tropezar con la misma piedra que en 2012, cuando los lisboetas ya frustraron el sueño de los rusos, eliminación que pone en duda el costosísimo proyecto del consorcio gasístico Gazprom, que había apostado toda la temporada a una carta: la «Champions».
El técnico local, el portugués André Villas Boas, apostó por un equipo muy ofensivo, aprovechando la baja por tarjetas del español Javi García, pero no fue capaz de romper la defensa visitante más que en contadas ocasiones.
La primera parte fue muy táctica, ya que ambos equipos tomaron muchas precauciones, conscientes de que cualquier error podía cambiar la suerte de la eliminatoria.
Los rusos nunca llegaron a atacar en tromba, por lo que la defensa de circunstancias del Benfica, en la que faltaban tres titulares, se bastó para mantener a cero su portería en los primeros 45 minutos.
La estrella del Zenit, el brasileño Hulk, lo intentó, pero fue incapaz de marcharse en velocidad de sus marcadores, mientras sólo tuvo una ocasión de poner a prueba su temible disparo a balón parado.
Por ello, toda la responsabilidad atacante recayó en el portugués Danny y el ruso Dzyuba, que tuvo en sus botas las mejores ocasiones de la primera parte.
En las dos ocasiones le asistió Danny, una a los 6 minutos en la que disparó cruzado y otra mediada la primera parte tras una jugada circense en la que tras un pase de cabeza del luso Dzyuba encaró al portero, pero éste despejó el peligro en el último momento.
Mientras, las únicas ocasiones del Benfica, que prefirió esperar agazapado en espera de un contraataque, vinieron por medio de disparos desde fuera del área, ya que el máximo goleador de la liga portuguesa, Jonás, estuvieron desaparecidos en combate.
El joven Renato Sanches, el jugador revelación del equipo lisboeta, disfrutó de la mejor oportunidad a los 20 minutos con un disparo seco desde unos 25 metros que salió lamiendo el poste derecho de la portería rusa.
En la segunda parte el Zenit adelantó líneas en un intento de encerrar al equipo visitante, pero los rusos seguían echando de menos a un decepcionante Hulk, enemigo acérrimo del Benfica cuando militaba en el Oporto.
La entrada del lateral Smólnikov y el centrocampista Shátov, futbolistas de la cantera de San Petersburgo, fue providencial para los rusos.
Un par de minutos después Shátov se internó por la derecha y dio un pase magistral a Dzyuba, pero su disparo del delantero se fue por encima del larguero.
Por suerte para los rusos, Hulk despertó a tiempo y logró el gol que igualaba la eliminatoria tras una magnífica jugada del veterano Zhirkov, que se internó por la izquierda y esperó la llegada del brasileño para ponerle el balón en la cabeza.(min.69)
El partido estaba abierto y una demostración de que los lusos no se rendían es que Lodiguin hizo la parada de la noche dos minutos después al despejar espectacularmente un cabezazo del sueco Lindelof a la salida de un córner.
Seguidamente, de nuevo Dzyuba tuvo el gol en sus botas al regatear a varios rivales y plantarse a trompicones ante Ederson, pero éste despejó el peligro cuando ya se cantaba gol.
Cuando el Zenit parecía más cerca del segundo gol y el Benfica parecía implorar una prórroga salvadora, apareció el mexicano Raúl Jiménez.
Recibió el balón en tres cuartos de campo y se sacó de la chistera un magnífico disparo que fue despejado en la misma escuadra por Lodiguin, rebote que fue aprovechado por el argentino Gaitán, muy gris todo el encuentro, para marcar el gol del empate (min.85).
El Benfica no se conformó con eliminar al Zenit, sino que buscó con ahínco la victoria y así antes del pitido final el brasileño Talisca marcó el segundo gol (min.95).
De esta forma, el Benfica vuelve a los cuartos de final tras cuatro años de ausencia, ya que en 2012 fue eliminado por el Chelsea.