El FC Barcelona, uno de los doce miembros fundadores de la Superliga, supedita su participación en la misma a la aprobación por parte de la asamblea de compromisarios, según una información adelantada por TV3 y confirmada por EFE.
Así lo ha decidido la junta directiva presidida por Joan Laporta, quien firmó el sábado, poco antes de la final de la Copa del Rey, el documento para adherirse a la nueva competición con la citada salvedad.
En el mismo, el Barcelona añadió una cláusula según la cual se reserva la posibilidad de que el acuerdo sea validado en la asamblea de socios compromisarios.
De este modo si la representación de los socios decidiera que el club azulgrana no tome parte en la nueva competición, el FC Barcelona desharía el acuerdo.
Por otro lado la adhesión del Atlético de Madrid al proyecto de Superliga iniciado por doce clubes europeos y del que el conjunto rojiblanco es miembro fundador ha causado inquietud entre los aficionados rojiblancos, expresada por la Unión de Peñas, y con algunos casos concretos de peñas que barajan desvincularse si el equipo rojiblanco acaba jugando la competición, aunque ningún socio ni agrupación se ha dado de baja por el momento.
El comunicado de este martes de la Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid, una organización que agrupa a más de 300 peñas de las 845 que están registradas en el club rojiblanco, ha sido la última expresión de una inquietud que ha circulado en las redes sociales desde que se dio a conocer el proyecto.
Esta asociación de peñistas se declaró «en contra de cualquier proyecto que se fragüe a espaldas de los aficionados», reclamó «que se escuche a los representantes de la afición» y pidió que «cualquier nueva competición» se organice «partiendo de los principios de solidaridad y mérito deportivo».
En ese mismo comunicado, la Unión de Peñas del Atlético consideró que esta nueva competición pretende «aumentar el beneficio económico de unos pocos clubes ignorando el impacto que pueda tener sobre las competiciones nacionales» y calificó como «un gran error» llevar a cabo un proyecto «prescindiendo de la voz de la afición».