El Universal
Un gol de Lionel Messi en el último suspiro rescató hoy al Barcelona de un empate a cero frente al Atlético de Madrid en la ida de los cuartos de final de la Copa del rey española.
Despierto como ninguno, el astro argentino del Barcelona corrigió su propio error inmediatamente después de que Jan Oblak, el arquero esloveno del Atlético, le desviara un penal en el minuto 83. Solo en el área, Messi recogió el despeje del arquero rojiblanco y, sin oposición, anotó el 1-0 con el que concluyó el encuentro.
Una noche más, con su gol, Messi despejó el panorama del Barcelona en una eliminatoria que se decidirá en una semana en el estadio Vicente Calderón.
Superior en juego y en ocasiones, al Barcelona le costó un mundo doblegar a un Atlético de Madrid que consiguió corregir varios de los muchos errores que cometió en el reciente partido de la Liga española frente a los azulgranas y afrontará la vuelta de los cuartos coperos con un gol en contra, pero al calor de su hinchada.
Por tercer partido consecutivo, Luis Enrique repitió once, con la única excepción del alemán Ter Stegen en lugar del chileno Claudio Bravo bajo el arco azulgrana.
Diego Simeone, el entrenador rival, también alineó a Oblak, su portero de la Copa, dejó en el banco al croata Mario Mandzukic y apostó por Fernando Torres como compañero del francés Antoine Griezmann en el ataque rojiblanco.
Los cambios del técnico argentino, que también colocó a Koke por dentro y a Gabi en el lugar habitual del internacional español, y la alta presión sobre los azulgranas no evitaron el dominio del Barcelona, pero sí lograron mantenerlo más lejos del área de Oblak y minimizar de modo evidente la enorme diferencia que separó a ambos equipos en el reciente partido de Liga.
El arquero del Atlético, no obstante, tuvo que lucirse en un gran disparo de Neymar a los tres minutos de partido. E instantes después, vio cómo Messi se le plantaba enfrente y enviaba el balón a la grada.
El Barcelona dominaba la pelota, pero le costó mucho más llegar con peligro al área del Atlético y aprovechar los espacios que los rojiblancos le cedieron.
Aunque vivió bastante tranquilo en la retaguardia, al equipo dirigido por Luis Enrique le faltó precisión en los metros finales, especialmente al uruguayo Luis Suárez, que recibió el aliento de la hinchada después de enviar a las nubes una de las ocasiones más claras de los azulgranas en el primer período.
Apenas cinco minutos después, la intervención de Gerard Piqué pareció providencial cuando el «Niño» Torres galopaba solo hacia el área de Ter Stegen.
La ausencia de goles no le restó interés al choque, disputado y vistoso, toda vez que Simeone logró corregir los enormes desajustes que su equipo exhibió en el encuentro de Liga y sus hombres se fueron asentando sobre la cancha.
Las virtudes del Atlético no desmerecieron el buen trabajo del Barcelona, que tampoco dio tregua a su rival en la presión.
Torres, todo un especialista en marcarle al Barcelona en su primera etapa rojiblanca, se quedó en el vestuario en el descanso y Mandzukic ocupó su lugar, en busca de un gol que decantara la eliminatoria.
El Barcelona elaboró menos su juego en el segundo acto, pero aprovechó la bajada de intensidad del campeón de la Liga española para ganar en desborde.
No consiguió, sin embargo, el conjunto azulgrana sacar rédito de sus más frecuentes embestidas, faltas de verdadera pólvora.
Conforme con el empate a cero, el Atlético comenzó a replegarse con casi media hora aún por disputar, con la entrada de Raúl García por Griezmann.
El Barcelona, con Messi al frente, insistió. Pero necesitó de un penal señalado en el minuto 82 por una patada de Juanfran a Busquets dentro del área para que inaugurar su marcador.
Messi, siempre Messi, lanzó la pena, pero Oblak le adivinó la intención y se la desvió. No fue suficiente. El astro argentino recogió el balón muerto en el área y lo envió al fondo de la red.
Messi tuvo aún la ocasión de ampliar el marcador con una falta al borde del área casi en el minuto final, pero la envió ligeramente desviada.
El Barcelona encontró el premio a su insistencia y a su superioridad, pese a la mejoría del Atlético. Liderado por su estrella, acudirá la próxima semana a Madrid con la eliminatoria por decidir, pero con una ventaja que puede resultar preciosa.