El futbol brilló por lo que es: un espectáculo que sirve para divertirse, no para pelear. Mientras en las tribunas la calma reinaba, en la cancha Atlas y Querétaro brindaban un buen juego, donde el bicampeón acabó con su racha de tres derrotas consecutivas al derrotar (3-1) a los Gallos, que acumularon otro juego sin ganar de visita; ya van 41.
El Jalisco fue un búnker. Lo que pasó el 5 de marzo en La Corregidora, la gresca entre porras que obligó a duras sanciones por parte de la Liga MX, tuvo influencia cinco meses después. Máxima alerta, seguridad a todos los niveles. Nada que lamentar. El que quizá lamente el resultado es el Querétaro.
Quinta derrota en el torneo y la cabeza de Mauro Gerk pende de un hilo. Y tuvo ventaja. Ángel Sepúlveda abrió el marcador por la visita, con un cabezazo (34’). Atlas jugaba con 10 por la expulsión de Hugo Nervo; vino la compensación, Omar Mendoza se fue a las regaderas, y los Rojinegros dieron la vuelta con tantos de Luis Reyes (63’), Ozziel Herrera (67’) y Julián Quiñones (83’).
PARTIDO TENSO, PERO CON MUCHA SEGURIDAD
A pesar de la tensión que se vivió a las afueras del Estadio Jalisco, sobre todo los fuertes dispositivos de seguridad implementados por las autoridades desde días previos a este compromiso, la afición rojinegra se comportó a la altura de las circunstancias y llegó al Coloso de la Calzada Independencia en total tranquilidad, sin alterar el orden y esperando ver un buen espectáculo con sus rojinegros enfrentando a los Gallos Blancos de Querétaro.
El grupo de animación del Atlas, conocido como la Barra 51 cantó a las afueras del recinto, las melodías que suele entonar adentro del Jalisco, sin insultos al Querétaro o a sus aficionados, por lo que buscaron mantener la paz, por lo menos antes de que comenzara el encuentro.
Y a pesar de que poco a poco se fue acumulando la cantidad de aficionados, los elementos de seguridad pública y privada asignados a mantener el orden, cumplieron con sus labores a rajatabla, tan es así, que como ha ocurrido en los últimos encuentros del Atlas como local, se alentó el acceso, esto debido a que a todos y cada uno de los asistentes se les pedía el Fan ID.