Más allá de si están verdaderamente arrepentidos por la celebración de hace unos días, que incluyó mariachis, vodka y toda la cosa, Alexis Vega y Uriel Antuna saben que recibirán otra oportunidad en el Guadalajara… Pero será la última.
No se trata de que la directiva les haya puesto un ultimátum, porque el regaño más fuerte no vino de ahí, sino de sus compañeros, quienes estaban muy molestos por la actitud de dos jugadores que sí pueden marcar la diferencia en favor del Rebaño Sagrado.
La voz cantante en la fuerte plática la llevó el capitán Jesús Molina, quien prometió a Vega y Antuna que darían la cara por ellos para buscar que sean reintegrados y puedan jugar el sábado contra el Pachuca, pero les dejó claro que si vuelven a las andadas el propio grupo pedirá que se vayan.