Arturo Brizio, presidente de la Comisión de Árbitros, reconoció que el primer gol anulado al Atlético de San Luis en el juego ante Pumas, era válido, por lo el silbante Marco Antonio Ortiz perjudicó directamente al cuadro sanluisino que lucha por no pagar la multa de 120 millones de pesos por quedar en el último lugar del cociente.
En su análisis arbitral semanal, Brizio indicó que en esa jugada: “El guardameta de Pumas (Alfredo Talavera) nunca tuvo el control ni posesión total del balón, es una decisión arbitral incorrecta”. Ese «gol» de Nicolás Ibáñez se dio cuando el juego estaba empatado a cero, y pudo cambiar el rumbo del mismo que acabó con victoria de los universitarios.
Un error que podría costar millones de pesos en la lucha por no ser el último del cociente. Pero esta fue no la única jugada en donde los silbantes y el VAR fallaron.
El dirigente aceptó que en el juego entre el FC Juárez y Necaxa hubo un penalti del portero de los Bravos sobre un delanteros de los Rayos y no se marcó.
El juez en ese partido fue Óscar Macías. Y en el encuentro entre Santos y León, el silbante Óscar Mejía tampoco marcó una falta del portero Rodolfo Cota sobre el delantero lagunero, que debió ser penalti.