El Universal
Durante 70 minutos, el América sólo encontró sufrimiento ante el Walter Ferretti en la Liga de Campeones de la Concacaf.
Tuvo que venir un tiro cruzado de Michael Arroyo para aliviar esa sensación y hacer que las Águilas ligaran su quinta victoria (tres de Liga y dos de la ‘Concachampions’).
Triunfo por la mínima de la escuadra americanista, que le sirve para acceder a seis puntos en el torneo regional y enfilarse hacia los cuartos de final.
La confianza en el equipo dirigido por Ignacio Ambriz luce intacta con la celebración. El saldo goleador en la buena racha de los capitalinos llega a 14 anotaciones a favor por ninguna en contra
América encontró a un equipo nicaragüense indescifrable. En el primer tiempo, la visita apeló al esfuerzo físico y “morder” cada intento de los azulcremas por abrir esa lata que se negaba a ceder.
Darío Benedetto, Carlos Darwin Quintero y Arroyo eran insistentes. Buscaban por todas las maneras abrirse el camino hacia la obtención de los tres puntos, pero se les negaba.
La desesperación en las gradas y en la cancha comenzó a aparecer. Conforme pasaban los minutos, el laberinto centroamericano se tornaba cada vez más y más complicado.
Cuando llegó el descanso, los asistentes hicieron sentir su molestia. Despidieron a los jugadores emplumados con reproches y abucheos.
La reanudación fue más de lo mismo. El Walter Ferretti estaba aferrado a mantener su portería intacta. Pero su resistencia física terminó por dejarlo prácticamente indefenso.
Los nicaragüenses se cansaron, víctimas del esfuerzo acompañado de la altura de la ciudad de México.
América no mostraba tanta imaginación, pero su ímpetu les hacía insistir. Al minuto 70 de acción, las Águilas se encontraron con un tiro colocado, sin mayor potencia de Michael Arroyo. Fue un disparo salvador. Salvó la racha americanista y encaminó a los de Coapa a la siguiente ronda de la ‘Concachampions’.