El Universal
La selección argentina no pudo cortar hoy su sequía sin títulos, que ya se extiende a 22 años, después de perder por penales ante Chile en la final de la Copa América.
Desde que se coronó campeón en Ecuador 1993, Argentina no logró ningún trofeo. En ese período, la albiceleste mostró su potencial en torneos juveniles, con cinco títulos del mundo sub 20 (Qatar 1995, Malasia 1997, Argentina 2001, Holanda 2005 y Canadá 2007) y dos medallas doradas en los Juegos Olímpicos (Atenas 2004 y Pekín 2008) . Sin embargo, a nivel mayores, los éxitos le resultaron esquivos.
La coincidencia de las eliminatorias mundialistas con la disputa de las siguientes Copas Américas motivó que Argentina no concurriera con su mayor potencial a los siguientes torneos continentales. Así se despidió rápido en cuartos en Uruguay 1995, Bolivia 1997 y Paraguay 1999, en tanto que ni siquiera participó en Colombia 2001.
Por eso, la primera gran frustración la vivió en la Copa América 2004 en Perú, con Marcelo Bielsa como entrenador. Después de la eliminación en la primera ronda en el Mundial 2002, el técnico había iniciado la renovación del equipo, con jóvenes figuras como Javier Mascherano, Carlos Tevez, Javier Saviola o Andrés D’Alessandro.
El conjunto argentino mostró un gran rendimiento a lo largo del torneo, pero se quedó a segundos del título. En la final vencía 2-1 a Brasil con tantos de Cristian González y César Delgado, pero ya en tiempo de descuento, Adriano, de media vuelta, anotó el empate y forzó los penales. En esa instancia, la falta de puntería dejó a Argentina sin título.
Un año después, ya con José Pekerman como entrenador, la Copa Confederaciones era una buena ocasión para romper la sequía. Pero en la final, enfrente apareció un Brasil intratable con Kaká, Ronaldinho y Adriano a pleno, que se impuso por 4-1 en Fráncfort y postergó la ilusión argentina.
La revancha parecía estar en la siguiente edición de la Copa América en Venezuela. Con Alfio Basile como estratega, Argentina ganó todos sus encuentros hasta la final, con Juan Román Riquelme y Lionel Messi como líderes de un equipo plagado de grandes nombres: Hernán Crespo, Esteban Cambiasso, Juan Sebastián Verón, Roberto Ayala, Javier Zanetti, los hermanos Gabriel y Diego Milito, Tevez y Mascherano, entre otros.
Sin embargo, el Brasil de Dunga apareció en la final para borrar la gran campaña con un 3-0 que dejó huellas: un año después, Basile dejaba su cargo en plena disputa de las eliminatorias mundialistas. Por lo que no cambiaría sería la suerte: tanto en el Mundial de Sudáfrica 2010 como en la Copa América 2011 en casa, los cuartos de final fueron una frontera infranqueable.
Sin lograr pasar los cuartos de final de un Mundial desde la final de Italia 1990, Brasil 2014 pareció la ocasión ideal para romper la mala racha. Cruzó el Rubicón, tal la figura que utilizó el entonces seleccionador Alejandro Sabella, al superar ese objetivo, pero de nuevo chocó con Alemania en la final para quedarse sin el premio mayor.
Chile 2015 surgía como otra oportunidad inmejorable para quebrar la sequía. Sin embargo, en los penales chocó contra la efectividad del local y tendrá que esperar al menos un año, cuando en 2016 se dispute la Copa América del Centenario, para volver a intentarlo.