Tras ser removido como árbitro VAR para el juego entre el Guadalajara y el Querétaro, todo indicaba que la carrera de Mauricio Morales ahora sí llegaría a su fin.
Distintas versiones apuntaron a que no se presentó porque se le pasaron ‘las cucharadas’ antes del encuentro, pero hay una razón que podría salvarlo, al menos de ser expulsado de la Comisión, porque tiene segura una suspensión: nadie lo vio en estado de ebriedad.
De hecho, nadie pudo verlo, porque no acudió a la junta que los silbantes suelen realizar la mañana previa al cotejo. Las versiones apuntan a que andaba de fiesta, pero —hasta ahora— nadie lo ha comprobado.