Barra Brava no se limita al futbol profesional y en un recorrido por ligas amateurs se encontró con un fuerte caso de violencia en las canchas que hará que un árbitro pierda el ojo derecho.
Resulta que el 5 de febrero, en un partido de la Liga Deportiva de Tlajomulco, en Jalisco, el silbante Miguel Ángel Valle García expulsó al futbolista Néstor Abraham Casillas García, del equipo Italia, a quien no le pareció su expulsión y así, sin más, se le fue a los golpes al árbitro.
La agresión fue de tal grado que el árbitro terminó en el hospital con severas heridas en el rostro. Después de algunos días, le avisaron que su ojo derecho tiene lesiones tan graves que será imposible salvárselo, por lo que quedará con una lesión de por vida.
Esta Liga Deportiva de Tlajomulco está avalada por ese municipio, pero resulta completamente reprobable que no haya una autoridad capaz de frenar las salvajes agresiones de algunos jugadores.
Es aquí donde debe intervenir el Sector Amateur de la Federación Mexicana de Futbol. ¿Dónde está la seguridad social para este tipo de árbitros que ganan entre 50 y 100 pesos por partido?, ¿por qué no hay un servicio de gastos médicos mayores?
A final de cuentas, el señor Valle García no podrá volver a ejercer una profesión que le dejaba unos cuantos pesos mensuales.