El 23 de julio, Andrés Lillini recibió una noticia para la cual no estaba preparado. El argentino se convirtió en el nuevo director técnico de los Pumas, tras la sorpresiva salida del español Miguel González ‘Míchel’.
El estratega, de 46 años de edad, dejó la dirección de Fuerzas Básicas, para tomar el timón del plantel principal. El panorama era poco alentador y todos presagiaban desgracia en el seno auriazul. Lillini tomó a un equipo golpeado, pero —asegura— “la valentía, juventud y calidad” sacaron a flote un barco que parecía hundirse sin haber zarpado.
En entrevista con EL UNIVERSAL Deportes, el técnico de los Pumas mantiene la humildad y culpa a los jugadores del invicto. Sin embargo, tiene claro que sí colaboró en algo.
“La parte mía fue la filosófica. Entre todos vimos las carencias y virtudes, ese es el crédito del cuerpo técnico. Con base en eso, pudimos dar el primer paso. Decir ‘hasta acá podemos ir, hasta acá tenemos’. Una virtud mía con ellos es que lo que digas con la boca se lo demuestres en el día a día, creo que ahí tenemos mucho que ver”, declaró.
La famosa “esencia de los Pumas” parece recobrarse en el seno auriazul; sin embargo, Lillini vuelve a detener los elogios y reafirma que apenas están camino a conseguirlo.
“La esencia de Pumas es que los jugadores formados en casa tengan presencia a nivel nacional y en selecciones nacionales. Antes había jugadores de extracción Puma en muchos equipos. Esa es la filosofía que hay que seguir Tener un primer equipo que represente esta institución en valores e idiosincrasia en la cancha, pero vamos camino a eso. No lo hemos culminado estamos en el proceso. Ojalá me toque estar muchos años acá y lograrlo”, sentenció.
La alegría y estabilidad auriazul corren peligro. Lo mejor está por iniciar y no lo dice la prensa o la afición, lo dice Andrés Lillini, el DT que “trabaja junto a jugadores y cuerpo técnico para darle a los Pumas el título que urge para hacer feliz a medio país”.
Los Pumas se juegan hoy el liderato y el invicto ante el León. Una prueba de alta complejidad que entusiasma. Pese al buen momento, Andrés lanza un contundente mensaje y asegura que no han ganado nada. Lo mejor está por venir para los universitarios.
“Nos viene un cierre importante, difícil. Vamos a enfrentar a los poderosos, estamos arriba con ellos y ahí esta parte de la valentía, el carácter y la competencia se pondrá a tope. Pienso que en la Liguilla inicia todo de cero y vamos a enfrentar a rivales que nos darán calidad de competencia alta. Somos candidatos como otros equipos que serán un buen parámetro. No hemos ganado nada porque el primer objetivo es entrar a la Liguilla”, aseveró.