Andrés Lillini vive su primera derrota como técnico de los Pumas y aunque acepta la superioridad del rival, no dejó de señalar el arbitraje de César Ramos, al acusarlo de protagonismo desmedido, además de que no debía expulsar a Alfredo Talavera.
“Uno desde la banca ve las cosas con mucha adrenalina, pero el arbitraje, a veces el protagonismo del árbitro es en forma desmedida y no pasa a ser de los futbolistas…. Ustedes sabrán mejor que yo cómo fueron para evaluarlas. En la expulsión se apresuró, y luego el penalti, son errores humanos”.
Niega que la acción entre el árbitro y Talavera, haya sido algo personal: “No creo que haya sido eso, hablamos de un árbitro mundialista, no creo que pase eso, sería una locura. Tuvo incidencia en el resultado, pero no fue personal”.
Sobre el juego, comentó: “Se perdió el juego y me duele mucho, no me gusta perder, no me gusta ver a los jugadores abatidos, pero lo que viene es mucho más y el invicto, pues ya está, sólo eran estadísticas, no lo usamos cuando nos iba bien, ni ahora cuando perdemos”.
Acepta que hubo errores: “peso la jerarquía del rival y vienen los goles. La expulsión desvirtuó el juego, pero 11 contra 11 ya jugaban mejor de nosotros, tuvimos que esperar a mitad de cancha”.
Lo que valora de esto, “es la entrega que tuvimos ante la superioridad numérica, y no se dejó de hacer lo que se estaba haciendo, quizá el pasito atrás fue perder el orden defensivo, pero el equipo está ahí porque los jugadores lo pusieron ahí… Ahora hay que afirmar los conceptos que tenemos, y volver a ser lo que fuimos”.