El abrazo es efusivo, sincero, en uno de los recónditos pasillos del Dignity Health Sports Park. Es la enésima ocasión que los equipos de Miguel Herrera y Ricardo Ferretti dirimen un título, pero eso sólo sirve para elevar la rivalidad deportiva entre ellos.
Esta noche, el América y los Tigres protagonizarán un nuevo capítulo de un choque que cada vez sabe más a sus integrantes. A ambos les interesa ganar, es una cuestión de orgullo, más allá del trofeo en juego. El de hoy es el Campeón de Campeones, ese que las Águilas no levantan desde 2005 y el que los felinos buscan llevarse por cuarto año seguido, lo que representaría un hito en el futbol mexicano.
“Mucha gente dice que son equipos que invierten mucho dinero, pero ahí están los resultados de esas buenas inversiones”, asegura el Piojo.
“[Estar aquí] habla bien de lo que han hecho las dos instituciones, porque han buscado dar a su afición la alegría que merece”, complementa el Tuca.
Sobre todo durante la más reciente década, que ha sido dominada por el azul y el amarillo, ya sea del América o los Tigres.
Ningún club tiene más apariciones que el América en la historia del evento (13, con la de esta noche); su balance: cinco victorias y siete derrotas.
Está a dos títulos del máximo ganador de este trofeo: el Guadalajara.
“Todos los trofeos son importantes y cada que se comenta que hace tiempo que alguno no lo gana el América... Pero ya lo ganó”, revira Miguel sobre la necesidad de coronarse hoy. “Será difícil ganarlo, pero haremos todo lo posible para conseguirlo”.
Y así evitar que empiecen las críticas.