Para muchos, ver que varios jugadores del América asistieran el viernes a la ida de la semifinal femenil entre las Águilas y los Tigres —en el Estadio Azteca— fue un buen gesto de apoyo por parte del equipo varonil hacia las chicas, pero la realidad es que no fue del todo espontáneo.
Más allá de que quienes asistieron al Coloso de Santa Úrsula sí se emocionaron con la victoria de las azulcrema, esa que le quitó un invicto de 40 partidos a las regiomontanas, la realidad es que su presencia se debió a que la directiva del América les solicitó que fueran al juego para que aprendieran.