CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 8 (EL UNIVERSAL).- América es un nido de desgracias. En los últimos años algunos de sus jugadores han sido baleados, sufrido aparatosos accidentes, fuertes lesiones e incluso la muerte.
El caso más reciente es el del colombiano Darwin Quintero, a quien los médicos le detectaron tromboflebitis (un coágulo sanguíneo en la pierna derecha) y no podrá practicar futbol por tiempo indefinido.
El 29 de julio de 2013 la noticia de la muerte del delantero ecuatoriano Christian Benítez llenó de tristeza a las Águilas.
Chucho, tricampeón de goleo con el equipo emplumado, recién se había coronado con los azulcrema en el torneo Clausura 2013 cuando decidió emigrar al Jaish SC de la liga de Qatar.
Jugó sólo un partido, un día antes de fallecer de manera inesperada tras sentir dolores abdominales.
CHAVA, UN MILAGRO. El 25 de enero de 2010, el astro guaraní Salvador Cabañas fue baleado en la cabeza en el “Bar-Bar” de la ciudad de México.
El delantero fue un milagro de la medicina al conservar la vida tras un largo periodo de hospitalización, pero las secuelas físicas le impidieron continuar en el balompié profesional.
Una semana después del atentado a Chava, Juan Carlos “El Torito” Silva recibió un impacto de bala en el glúteo en un intento de asalto. El hecho no pasó a mayores.
Otro elemento que vio peligrar su vida fue Arnhold Rivas, quien el 28 de septiembre de 2009 sufrió un accidente de tránsito, luego de volcar su automóvil en la autopista México-Guadalajara a la altura de Zamora, Michoacán.
El joven volante de las Águilas sufrió un hematoma en el cráneo y tuvo que ser operado de emergencia.
El brasileño Adolfo Rosinei puso en alarma al club al caer conmocionado tras un fuerte choque de cabezas con el defensa Christian Sánchez, del Santos, el 15 de noviembre de 2009, que le provocó un traumatismo craneoencefálico leve.
SUPERACIÓN. Uno de los casos que llamó más la atención fue el ocurrido el 12 de agosto de 2008, cuando el jugador azulcrema Carlos Sánchez sufrió un infarto cerebral que lo alejó de las canchas.
Fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas y gracias a su empeño y su buena rehabilitación logró recuperar la movilidad de sus extremidades izquierdas.