Después de la ardua labor de Santiago Baños por negociar de frente con la directiva belga del Standard de Lieja para repatriar a Guillermo Ochoa, al presidente deportivo del América ya le espera en su oficina una pesada carga de trabajo, lo mismo para su departamento de publicidad.
Además de las exigencias de los más de 10 socios comerciales del club, para explotar la imagen de sus productos con Memo Ochoa y también con Giovani dos Santos —acostumbrados a ser ídolos de las marcas—, los directivos ya empiezan a reservar citas con patrocinadores ajenos, que ya se amontonan en las puertas de Coapa.
Va bien el negocio.