Ya es una sana costumbre. Cada semestre, los nombres de jugadores mexicanos suenan y suenan en el futbol de Europa. Ahora es el América el que tiene a dos en la palestra: Diego Lainez, a quien ya esperan los aficionados del Real Betis, que lo ficharía como el mexicano salido de laLiga MX más caro de la historia; y Edson Álvarez, quien podría llegar al PSV Eindhoven, cuando hace apenas unos meses, Pachuca envió a Erick Gutiérrez también al Viejo Continente.
Estos dos clubes, Águilas y Tuzos, se han convertido en los exportadores de moda en México, son los que mejor han trabajado en fuerzas básicas y para muestra están los títulos que han compartido en los torneos Sub-15, Sub-17 y Sub-20 de los últimos años.
Águilas europeas. En 2011, Memo Ochoa comenzó el éxodo americanista al firmar con el Ajaccio de Francia. Atrás de él despegó Diego Reyes para ir al Porto de Portugal, en 2013, y Raúl Jiménez siguió sus pasos en 2014 para firmar con el Atlético de Madrid. Miguel Layún, en 2015 se fue al Watford inglés.
Tuzo volador. En 2013, Héctor Herrera se fue al Porto, donde hoy es capitán y abrió el mercado exportador del Pachuca. Hirving Lozano, en 2017, dio el salto al PSV y arrastró a Erick Gutiérrez, quien también firmó con los Granjeros.
Antes de estos dos, Pumas y Chivas eran las canteras que más exportaban futbolistas mexicanos. Lamentablemente para estos clubes, sus fuerzas básicas no han sacado jugadores con la calidad para emigrar a Europa, y si las cosas siguen igual, Europa seguirá siendo territorio de Águilas y Tuzos.