El regreso de Alexis Vega y de Alan Mozo a la selección Sub-23 podría causarle algunos desajustes al técnico Jaime Lozano y no precisamente porque sean malos jugadores. Se trata de un tema de disciplina y de no ceder ante el futbolista. Se trata de no ceder ante la presión que pudieran presentarse y mantenerse firme en las convicciones.
Nadie duda que sobre todo en el caso de Vega, se trata de un jugador que puede aportarle mucho al equipo del Jimmy, pero si va a ser de «contentillo», mejor deberían pensárselo dos veces. Hay que recordar que Alexis declaró que prefería quedarse en su equipo a ir a las concentraciones Sub-23 luego del golpe que sufrió en un amistoso en el CAR ante Cruz Azul.
¿Qué pasará si se vuelve a salir golpeado o no le gusta algo?, ¿volverá a decir que no va más? Son cosas que debe considerar el técnico, ya que no se trata de jugadores top ni consolidados, por lo que no deberían permitir que traten de imponer sus condiciones o que alguien más lo imponga.
Y lo de Mozo, bueno, un buen proyecto de jugador que por ahora ha quedado en eso y al que antes, durante y después de las convocatorias le tendrán la lupa encima y no precisamente en las canchas.