El próximo fin de semana Alan Pulido comenzará a escribir un nuevo capítulo en su carrera como futbolista, ya que hará su debut en la MLS con el Sporting Kansas City para enfrentar al Voncouver Whitecaps.
Esta será la segunda etapa que el delantero mexicano tenga fuera del futbol mexicano. La primera fue cuando jugó en el viejo continente para defender la camiseta del Levadiakos y el Olympiacos, ambos en el futbol de Grecia.
Como muchos futbolistas, Pulido cumplió el sueño europeo, pero el costo fue muy elevado. Tigres, equipo al que pertenecía, negó que fichara por un club de Europa, por lo que el problema llegó a tribunales y tuvo que ser relegado del conjunto felino, pagar una multa económica y también le costó su convocatoria a la Selección Mexicana.
“Después de Tigres brinqué a Olympiacos, sabía que iba a un club grande e importante. Logré quedar campeón ahí. Jugué Champions y Europa League. En lo que estuve en Grecia estuve vetado de la Selección y no me llamaban, por cómo había salido de Tigres. Se manejó a la prensa en mi contra. Pero agradecido con Chivas porque me abrió la puerta para el regreso al futbol mexicano y al Tri”, reveló en una entrevista para ESPN.
Durante su estancia en la Superliga de Grecia, Pulido vivió, quizás, el capítulo más trágico de su vida. Fue en 2016, después de concluir la temporada con el Olympiacos, cuando el delantero visitó su hogar en Ciudad Victoria, Tamaulipas. Asistió a una fiesta y cerca de la media noche fue secuestrado.
El jugador pudo librar la situación pero aceptó que “es muy complicado vivir con miedo. El incidente siempre lo voy a llevarlo allí”. Pulido se sinceró sobre el hecho pero confirmó que “No me gusta tocar estos temas, son muy delicados, complicados. Son malos recuerdos que no quisiera volver a vivir y tampoco se los deseo a nadie. Fue algo muy difícil en mi vida”.