Alan Cervantes tocó el trofeo que ganará el campeón del Preolímpico de la Concacaf.
Cuando los equipos (México y Honduras) salieron a la cancha del estadio Akron, el futbolista, que era el último en la fila del Tricolor, se acercó y tocó con la mano derecha el trofeo.
La “maldición” indica que tocar la copa antes de cualquier final perjudica al equipo al que pertenece el jugador que lo hizo, que en este caso sería la Selección Nacional Mexicana.
Tanto México como los hondureños ya tienen su boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero disputan este martes la final, en la casa de las Chivas, para dar por finalizado el torneo.