Lo que le sucedió al Veracruz, que la FIFA lo castigara por adeudos, estuvo a punto de sucederle a otro club, pero no de la Liga MX.
El Atlante perdió la certificación para la temporada 2018-19 por no cumplir con pagos a jugadores y directores técnicos, pero —en vez de quitarle puntos— la Liga MX no acudió a la FIFA y simplemente le impidió pelear por subir de categoría.
Con la entrada de una nueva administración, los pagos —poco a poco— se están poniendo al corriente en el club, por lo que la certificación volverá a los azulgrana. La pregunta es ¿por qué no midieron con la misma vara?