La mayoría de los aficionados no estaría dispuesto a regresar a asistir a los estadios cuando los deportes estén de regreso, salvo que antes reciban la vacuna contra el Covid-19, el nuevo brote de coronavirus que ha puesto en jaque al mundo.
El resultado fue producto de una encuesta, realizada por la Universidad de Seton Hall, que preguntó a decenas de fanáticos de los deportes en los Estados Unidos.
El resultado de ésta concluyó en que la mayoría no regresaria a los estadios, salvo que antes se vacunaran.
Actualmente, no existe una vacuna contra el Covid-19.
La encuesta, respondida por 762 personas entre el 6 y el 8 de abril, encontró que 72% no se sentiría seguro acudiendo a un evento deportivo antes de que se haya desarrollado una vacuna contra el COVID-19.
Este porcentaje se situó en 61% entre los encuestados que se reconocieron como seguidores del deporte. El 12% de los encuestados dijo que solo se sentirían seguros si se aplicaran medidas de distanciamiento social, mientras que únicamente 13% declaró que sí se sentirían seguros volviendo a las canchas.
«Este virus tiene la atención y el respeto de la nación«, dijo Rick Gentile, director del departamento de encuestas deportivas de Seton Hall, una universidad ubicada en el estado de Nueva Jersey (noreste).
«Aquellos (encuestados) que se identifican como aficionados de los deportes, en todos los niveles de interés, se alinean estrechamente con la población general en lo que respecta a su propia seguridad y la de los jugadores», resaltó Gentile.
Mientras 40% de los encuestados cree que no se debería retomar ningún deporte durante el resto de 2020, alrededor de 76% reconoció que mantendría el mismo nivel de interés si las competiciones se reanudaran y se transmitieran sin espectadores presentes en los estadios.
En cualquier caso, 76% considera que la suspensión de las competiciones deportivas se produjo en el momento correcto y 84% apoyó también la decisión del Comité Olímpico Internacional de posponer los Juegos de Tokio-2020 por un año.
Estados Unidos registra más de 475.000 casos de contagio confirmados de COVID-19, la cifra más alta a nivel mundial, y más de 17.900 fallecimientos, de acuerdo con el recuento de la Universidad Johns Hopkins.