Las ligas profesionales de béisbol y fútbol en Japón permitirán el ingreso de aficionados a los estadios a partir de esta semana, anunciaron el lunes los presidentes de ambas ligas.
Según los directivos, el primer día con público en las tribunas será el viernes. Al principio, la cantidad máxima será de 5.000 espectadores o el 50% de la capacidad del estadio, o lo que sea menor.
El plan es permitir que los estadios se llenen a la mitad de su aforo a partir del 1 de agosto. “Vamos a estar muy pendientes a estos parámetros para ver si hay cambios significativos”, dijo Mitsuru Murai, el jefe de la J-League, la máxima división del fútbol japonés. “Si no se producen grandes cambios, procederemos con el plan original”.
Mitsuo Kaku, profesor de la Universidad de Medicina y Ciencias Farmacéuticas de Tohoku, se expresó con optimismo en una rueda de prensa online con dirigentes de las ligas.
“Desde luego que tenemos que seguir de cerca los contagios, pero creo que es necesario tratar de intentarlo», dijo. “Estamos en una situación en la que necesitamos dar continuidad a las actividades sociales y económicas mientras se mitiga el riesgo”.
El béisbol japonés puso en marcha su temporada el 19 de junio, mientras que el fútbol reanudó la suya el sábado tras cuatro meses de paralización. La J-League había disputado la primera fecha antes que se ordenó la suspensión en febrero.
Hiroshige Mikamo, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad de Aichi, dijo que los fanáticos tendrán que ser responsables.
“Los equipos, empleados y jugadores han hecho un gran esfuerzo para poder tener una cultura deportiva sana”, dijo. “Ahora es el turno de la audiencia de cumplir con su parte”.
Japón ha logrado mantener bajo raya la pandemia de coronavirus, con 1.000 decesos en un país de 126 millones de habitantes. En contraste, Estados Unidos ha reportado 130.000 fallecimientos con una población estimada de 330 millones.
Sin embargo, los nuevos casos han aumentado recientemente en Tokio. El domingo, los nuevos casos superaron los 100 en la capital japonesa por cuarto día seguido.