Al término del juego entre el Atlético de San Luis y el Pachuca, una parte de la afición que se encontraba en la cabecera norte, junto a la entrada a vestidores, comenzó a reclamarle a los jugadores el haber quedado en el último lugar de la tabla de cocientes al haber sido derrotados 5-1.
Algunos futbolistas como Rodrigo Noya se encararon con los seguidores, pero se metieron de inmediato al túnel. Los aficionados siguieron gritando y hasta aventando proyectiles a los futbolistas. La seguridad llegó a tratar de calmar los ánimos, pero los aficionados se enojaron más y algunos comenzaron a jalar las rejas de separación, enfrentándose con la autoridad.
“La verdad que son cosas que ocurren y no son agradables. Uno, cuando sale a la cancha, como equipo quieres hacer el mejor trabajo. Ojalá no vuelva a suceder”, comentó Leonel Rocco, sobre los conflictos en las tribunas.