CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 25 (EL UNIVERSAL).- André-Pierre Gignac en los torneos pasados era un delantero implacable. Hoy, es uno más del montón.
El atacante francés de los Tigres apenas tiene cuatro goles, que lucen pocos para el salario de 4.2 millones de dólares que obtiene al año.
Los antecedentes de Gignac, hasta antes del Apertura 2017, indican que anotó 53 goles en cuatro certámenes. En la actual campaña ha vivido una malaria, que incluso le condenó a la suplencia en el duelo de temporada regular ante América.
«No fue una decisión sencilla, André, además Eduardo Vargas es un jugador de alta jerarquía, estuve analizando el desgaste, un poco al rival, yo como entrenador tengo que buscar el beneficio del equipo, no hay nadie más importante que el equipo», señaló en aquel partido, Ricardo Ferretti, entrenador felino.
Tigres ha tenido que apostar a las cualidades de Enner Valencia y Vargas para poder subsanar la falta de gol de su atacante estrella. Esos dos arietes han permitido que los norteños estén a las puertas de una nueva semifinal de Liga MX.
Este sábado por la noche, el cuadro universitario va por eliminar en cuartos de final, al León, luego de la ventaja obtenida 1-1 en el encuentro de ida.
Parece que es cuestión de trámite para que el cuadro felino se deshaga con tranquilidad de La Fiera esmeralda.
Sin embargo, el accionar de los pupilos del «Tuca» deja lugar a dudas, máxime si su atacante estrella se encuentra en su peor momento en México.