El Universal
A veces, hay que esperar hasta el final para que el desenlace de la historia sea de ensueño. El remate por parte Marco Fabián, de primera intención al ’87, sabe a triple gloria: decreta la victoria de Chivas 1-0 sobre León, pone al equipo a un punto de la salvación matemática y le entrega al Rebaño Sagrado el liderato de la clasificación general.
Guadalajara se para en la cancha del Estadio Omnilife con la consigna de ganar para convertirse en líder general del Clausura 2015. La combinación de resultados le permite soñar. Pero su futbol, no tanto. Los primeros minutos son complicados. A pesar de que tiene la pelota, sus llegadas tienen poca dosis de peligro: un disparo lejano de Miguel Ponce, a las manos de William Yarbrough (‘4) y un tiro libre de Raúl López, también controlado por el arquero (’14).
Pero León, que ha sufrido amnesia futbolística toda la temporada, recuerda súbitamente que hace no mucho tiempo celebraba un bicampeonato y que su juego deslumbraba al país. Si alguna vez lo hizo, ¿por qué no repetirlo? Entonces, se “enganchan” sus figuras. Carlos Peña, Luis Montes y José Juan Vázquez vuelven a funcionar como un tridente temible en el medio campo.
Primero, Ignacio González remata de chilena dentro del área, tras una serie de rebotes, que se va por un costado (’22). Un minuto más tarde, el “Gullit” Peña conecta un cabezazo que supera a Luis Michel, pero estremece el travesaño. Y al ’24, Miguel Sabah alcanza una pelota filtrada, encara al arquero, define por abajo, el guardameta rosa la redonda, le resta velocidad, para que Carlos Salcedo llegue a cortar cuando el tiro se dirige a las redes.
Son los peores momentos para el Rebaño Sagrado, incapaz de contener la generación del medio campo visitante. En el único respiro que tiene durante la primera parte, Carlos Fierro controla dentro del área y dispara raso. Edwin Hernández se barre y corta el esférico con la mano, claramente. Pero el silbante asegura que no existe intención, por lo que la acción continúa, al ’30.
El mal tiempo no ha pasado para el Guadalajara. Los Panzas Verdes se ven mejor sobre el terreno de juego. Un tiro de esquina es cabeceado por Ignacio Canuto. Dentro del área, Miguel Sabah estira la pierna y desvía la redonda, que supera a Michel. Sobre la línea de gol, Marco Fabián tapa con el muslo y despeja. Se salva Chivas, al ’40. El 0-0 al descanso, parece demasiado premio.
Al arranque del complemento, otra vez “Gullit” Peña con una estupendo pase al hueco para Miguel Sabah, que se quita a Luis Ernesto Michel y cae al césped. El silbante Paul Aguilar asegura que se trata de un “clavado” y amonesta al delantero visitante. Chivas se salva una vez más.
El técnico rojiblanco, José Manuel de la Torre, sabe que el liderato está al alcance de la mano. Ordena cambios. Se atreve a soltar al equipo, para que vaya al frente. El Rebaño Sagrado equilibra y, después, inclina la balanza a su favor. Empieza a generar lo que no había hecho durante todo el encuentro.
Ángel Reyna toca hacia atrás para la llegada de Miguel Ponce, que dispara de primera intención, para que Yarbrough tape con apuros. Es la primera peligrosa del conjunto tapatío, al ’56. Después, Marco Fabián cimbra el travesaño, al ’75, con un tiro desde el borde del área que deja ahogado el grito de gol en más de 40 mil gargantas que casi han llenado el Estadio Omnilife.
Y un minuto más tarde, es Isaac Brizuela quien controla dentro del área. Recorre hacia el centro para acomodarse a su pierna predilecta, pero el zurdazo, con el arco de frente, se escapa por un costado. Guadalajara ya es mejor e insiste en la recta final del encuentro. Quiere el liderato.
El silbatazo se acerca. Desde la derecha, Raúl López, una de las revelaciones de este Rebaño Sagrado, manda un pelotazo pasado. Jonny Magallón intenta despejar. Su ejecución es mala. Deja la redonda cerca del manchón penal. Marco Fabián se encuentra el esférico. Ni si quiera lo piensa. Conecta con parte externa del pie derecho, como viene. Remate pegado al poste. Imposible para Yarbrough.
Las redes se estremecen. La tribuna explota. Éxtasis de dos tonos: rojo y blanco. Abrazos entre desconocidos en la grada. Un plantel tapatío que se funde en un solo ser, dentro del campo. Un gol, al ’87, que sabe a gloria. Que pone al equipo a sólo un punto de la salvación matemática y que coloca a Chivas, por primera vez en mucho tiempo, como líder general, con 24 puntos.