Terminó el sueño del Wolverhampton y el mexicano Raúl Jiménez en la Europa League. Los Wolves cayeron frente al Sevilla por la mínima diferencia en los Cuartos de Final.
El mexicano tuvo la oportunidad de poner en ventaja a su equipo en el primer tiempo desde los doce pasos, pero el surgido en las Águilas del América falló el penalti.
Saltitos para tomar vuelo. Mirada en el portero. Unos pequeños pasos. El portero Bono del Sevilla no se mueve, sino hasta el final, un salto a la derecha y movimiento a la izquierda para detener el balón, el penalti cobrado por el infalible Raúl Jiménez.
Eran apenas los 13 minutos de juego, y el mexicano había fallado en su especialidad, un penalti que a la larga cobraría y sería clave para la eliminación del Wolverhampton a manos del campeón Sevilla de la Europa League.
Llegó el minuto 88, y Ever Banega cobró un tiro de esquina, la pelota viajó justo a la llegada de Lucas Ocampos, quien desvió con la cabeza para marcar y dar el pase a las semifinales de un torneo que se sevillano como pocos.
Resultado justo, porque después del penalti fallado el cuadro inglés se dedicó a defender y a depender de un contragolpe armado por Adama Traoré y Jiménez, pero la oportunidad nunca llegó. En tanto que los nerviones insistieron una y otra vez, Banega y Navas fueron los motores del cuadro de Julen Lopetegui, para al final, en la agonía dar el pase.
No hubo reacción de los Lobos, y Raúl Jiménez quizá se va con la responsabilidad encima. Falló un penalti, es directamente responsable del adiós de su equipo, que no tendrá torneo europeo el próximo torneo.
Y quién sabe, quizá también haya sido el último juego del mexicano con los amarillos. Su fue así, será una triste despedida.