ZAPOPAN, Jal., mayo 14 (EL UNIVERSAL).- La violencia ha tomado un asiento privilegiado en el futbol mexicano. En Guadalajara reconocen que es un cáncer que se ha desarrollado porque “nos falta cultura deportiva”.
Apenas el sábado, los golpes, la sangre y las agresiones ensombrecieron el Clásico Regio. Los fanáticos de Rayados no soportaron la eliminación ante su acérrimo rival y desataron su furia contra los seguidores de Tigres.
“Lo que pasa es que nos falta cultura deportiva. En Guadalajara estamos un poco mejor, pero la violencia siempre está latente en este tipo de partidos”, reconoció un aficionado rojinegro.
Según testigos, en la ida hubo choques entre barristas del Rebaño y Zorros en calles aledañas al Jalisco.
Las medidas en el estadio Chivas fueron extremas este domingo. Seis filtros de seguridad, detectores de metales y efectivos de seguridad pendientes de que la paz imperara en el clásico tapatío de cuartos de final del Clausura 2017. Quisieron un clásico en paz, que no se repitiera lo de Monterrey.