Ni un rival digno tuvo Villanova en la final del March Madness.
Los Wildcats amarraron su segundo título del campeonato del basquetbol de la NCAA, con un contundente triunfo 79-62 sobre la Universidad de Michigan.
Con todas las sorpresas que se vivieron en estas últimas tres semanas, la única quinteta que se mantuvo firme en el camino para la gloria fue la dirigida por Jay Wright.
Una de las defensas más potentes en todo el certamen, la de Michigan, fue destrozada por el ataque de Villanova, que tuvo a un inspirado Donte DiVincenzo como una máquina de puntos en la final de la NCAA.
El colegial, de 21 años de edad, lideró el triunfo de su institución con 31 puntos y tres asistencias. Se unió a Glen Rice (1989) como los únicos jugadores con más de 30 puntos y cinco triples.
Los de Michigan se apagaron después de los primeros diez minutos del cotejo. Dejaron que los Wildcats manejaran todo el cronómetro y el balón a su placer. Sin darse cuenta, como un pestañeo, permitieron 28 puntos y sólamente anotaron nueve, antes de la chicharra del medio tiempo.
La sacudida de la mitad inicial fue mucho para digerir durante el descanso. La superioridad de Villanova fue mucho para ellos; no había forma de hacer, por lo mínimo, cosquillas.
La última vez que los Wolverines ganaron el título de la NCAA fue en 1989.