Tigres lo ganó 1-3, con mucho sabor francés. Cómodo, ante unas Chivas que hace bastante tiempo no pesan y que son un constante experimento, más allá de en realidad trabajar para revertir su mala situación, el cuadro universitario sumó tres y no hizo más que mostrar la realidad que viven los de Marcelo Michel Leaño.
Miguel Herrera lo tiene por costumbre, en América, en Tijuana, en Tigres, el Guadalajara es uno de sus clientes preferidos y esta vez, en la Jornada 5 del Clausura 2022, no fue la excepción.
Muy rápido, apenas al minuto 5, Guido Pizarro conectó de cabeza un centro del francés Florian Thauvin y mandó la pelota a las redes de Raúl Gudiño.
El juego fue sólo de un lado. Tigres fue amplio dominador en el Estadio Akron, que hace mucho no vibra como lo llegó a hacer el Estadio Jalisco hace algunas décadas.
Y para agregarle sabor de Francia a este encuentro, André-Pierre Gignac al 44’ se acomodó y remató con una tijera, de fotografía, que indicó el 0-2 en el marcador.
El complemento fue igual. Pese a que Chivas logró tener algo de posesión de balón, Tigres insistió en ser el dueño del partido.
Herrera mandó a Sebastián Córdova, a Carlos González, una banca poderosa ante una que lucha por representar la historia de un grande que está apagado.
Y el movimiento funcionó. Córdova metió un balón al área que González bajó con el pecho y con la zurda reventó el marco del Rebaño para el 0-3 al 69′.
El intento de reacción rojiblanco llegó al 73’, cuando después de varios rebotes en el área de Nahuel Guzmán, Roberto Alvarado conectó y dio el único gol de este duelo para las Chivas, además de ser su primer gol en la Liga MX con su nuevo club.
Goleada de los Tigres (1-3), confianza para Miguel Herrera e incógnita de lo que pueda pasar con las Chivas que están estancadas y con una afición que espera el tan prometido resurgir que nada más no llega.