La ilusión que Alejandra Valencia y Luis Álvarez echaron a andar con su bronce, en el complejo Yumenoshina de tiro con arco, empieza a diluirse tras dos jornadas sin metales para la delegación mexicana.
Es por eso que entre martes y miércoles se presentan algunas cartas fuertes, de esas que deben hacer que la bandera tricolor suba al podio de los XXXII Juegos Olímpicos.
Después de dos cuartos lugares en la fosa del Centro Acuático de Tokio, y a reserva de lo que Gabriela Agúndez y Alejandra Orozco hicieron durante esta madrugada, el miércoles saldrá a la plataforma la dupla que —a priori— luce con más posibilidades de aumentar la lista de éxitos para los clavados mexicanos en la justa veraniega.
Yahel Castillo y Juan Celaya son una genuina esperanza de presea para México, aunado también a lo que pudieron hacer esta madrugada la taekwondoín Briseida Acosta y la Selección Femenil de softbol, que disputó el bronce con Canadá.
Y aunque apenas cerrará la fase de grupos, el Tricolor es otro representante que debe tener una buena actuación, para seguir con opciones de subir al podio nipón.
La mañana de este miércoles enfrenta a Sudáfrica, en Sapporo, con la necesidad de ganar para acceder a los cuartos de final. Si no sale con el triunfo, está prácticamente fuera. Lo único que le salvaría es que Japón se imponga a Francia, que despertó en el cotejo ante los sudafricanos, con André-Pierre Gignac como su gran figura.