Santiago Solari llegó al América en un intento desesperado de la directiva por hacer olvidar a su último director técnico triunfador: Miguel Herrera.
El argentino, quien está iniciando su tercer torneo al frente de las Águilas, llegó después de fracasar en su primera experiencia como estratega de Primera División, con el Real Madrid en la temporada 2018-19, cuando —en un corto periodo— perdió la Liga, fue eliminado en la Copa del Rey y en la Champions League.
Con el América, también ha fracasado irremediablemente. Porque la palabra fracaso se define como “resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien”. Y las cosas entre Solari y el América no han sucedido bien.
Guardianes 2021. El equipo es segundo lugar, con 38 puntos. En la Liguilla es eliminado por el Pachuca en los cuartos de final. Resultado: Fracaso. Apertura 2021. América es primer lugar, con 35 unidades.
Sumando el año futbolístico, rompió una marca en el club, con 73 puntos. En la Liguilla, es eliminado por los Pumas en cuartos de final. Resultado: Fracaso. Liga de Campeones de Concacaf 2021. Las Águilas llegan a la final y la pierden ante Monterrey. Resultado: Fracaso.
El América vive uno de sus peores arranques en los torneos cortos, y la directiva —encabezada por Santiago Baños— dijo que ya cumplió al armar un equipo con buenos refuerzos, aunque estos —hasta el momento— no han marcado la diferencia.