Lo único transparente que se ha visto en los últimos meses de parte de la Federación Mexicana de Natación es el agua de las albercas, y eso porque esta dependencia no está encargada de su mantenimiento. Fuera de eso, sólo irradia incertidumbre.
Así se percibe el entorno de los clavados, luego de que la FMN anunciara que este fin de semana realizará el “control técnico” para conocer a los representantes de esta disciplina en los próximos Juegos Olímpicos.
Un control que debía realizarse 60 días antes del inicio de Tokio 2020 y no 40 —como será—, pero —sobre todo— un control para el que no ponen las reglas claras, además de que se tomarán en cuenta aspectos que resultan subjetivos y dan pie a que se piense en “el dedazo”, según la óptica de algunos especialistas.
Esos conceptos que no quedan tan claros o dan pie a la sospecha son: desempeño, perspectiva de resultado, trayectoria y disciplina. Además de que los nombres de quienes irán a Olímpicos se darán 72 horas después y no solamente por lo que suceda en la fosa este fin de semana.
“Es completamente ignorando la legitimidad. Esta convocatoria es inaudita, nunca se había visto que convocaran de un día para otro”, comentó Jorge Carreón, extécnico de clavados de la FMN. “No sé de dónde se sacaron esa lista, sólo ellos sabrán, pero hay gente que no sé con qué base de resultados está ahí. Después, los que hacen este selectivo, especifican nada, porque ya está mal desde que lo llaman control técnico, desde ahí ya están mal”.
Por su parte, el medallista de plata en Sidney 2000, Fernando Platas, aseguró que “no estoy de acuerdo, porque el control técnico es muy subjetivo. La decisión va a terminar en una mesa, cuando el deporte es lo más objetivo que puede ser”.
Al buscar a algunos clavadistas que participarán en este control, prefirieron no hacer declaraciones para evitar confrontaciones con los dirigentes de este deporte, y es que en “aspectos como la disciplina, no es más que los que estén alineados a lo que diga la federación”, comenta Juan Manuel Rotter, experto en deporte amateur.
“Y no es contra ningún atleta, que hagan lo que tengan que hacer para que en el trampolín y en la plataforma se tenga el mejor resultado para que no haya ninguna posibilidad de pensar que alguien decidió en la mesa, lo que se ganó en la alberca”, añadió Rotter.