Con el inicio del siglo en que vivimos, año 2000, surgió a la vida, curiosamente en el “día de muertos”, 2 de noviembre el Conjunto de las Tiburonas Rojas, las auténticas.
Ahora bien la historia nos cuenta que Nacieron Tiburoncitas y con el paso del tiempo, gracias a los constantes logros deportivos, casi por decreto, se convirtieron en las Tiburonas Rojas.
Ya no se hablaba solamente del primer equipo, sino también de elementos de las categorías inferiores, que en dos años más allá por 2003 pasarían a ser la base de la mayoría de los conjuntos veracruzanos que reflejaron su presencia en las llamadas olimpiadas juveniles que por once años tuvieron en las rojas la máxima expresión de medallistas.
Bronce, Plata y Oro, fueron el distintivo hasta el año 2014, cuando se generaron movimientos negativos encaminados a marginar a la organización de la conducción del futbol femenino. En la Olimpiada Juvenil nunca más aparecieron medallas en el futbol femenino en los últimos 5 años. El último blasón se generó en la final nacional ante la representación de IME “Instituto de Mexicanas en el exterior”.
Pero la máxima expresión de las Tiburonas, siempre fue el equipo de la categoría libre que obtuvo campeonatos nacionales en el futbol rápido, futbol sala y desde luego en el soccer convencional, lo que le genero pasar a ser una plantilla de excelencia reconocida incluso tanto, por gobernantes estatales, como por autoridades deportivas en la entidad en el país y aun en el extranjero.
Campeonas estatales, campeonas nacionales e internacionales, fueron el motivo para que dejaran de ser Tiburoncitas Rojas y se convirtieran en las Tiburonas Rojas, en verdad eran más que un equipo de futbol, una especie de hermandad cuyos principios aún subsisten en muchas de las que pasaron por sus filas y en varias de las que aun militan.
Incluso, desde que se fundó un torneo femenil a nivel nacional, patrocinado parcialmente por una compañía telefónica, la plantilla escuala ha resultado ser la campeona de la entidad veracruzana, ganando su derecho a las justas nacionales, como ocurre en este evento de 2019 en que debe acudir a Toluca en el mismo mes de noviembre.
Las Tiburonas han sido parte de un movimiento que busco siempre la dignificación de la mujer dentro del deporte, en especial el futbol.
Muchos de sus elementos, han pasado por selecciones nacionales, e incluso algunas militan todavía en la llamada liga mx.
Tiburonas Rojas se gestó en la Capital de Veracruz extendiéndose a diversas partes de la entidad al ser conformada la plantilla por jugadoras de diversos puntos, como hasta la fecha ocurre. Ha sido una expresión limpia y en la que en su momento se ha contado con la participación de padres, maestros, compañeros periodistas que en ocasiones colaboraron en diversas tareas como visores voluntarios y hasta en aspectos de preparación de algunas deportistas.
Mencionar nombres en este momento tanto de las que alguna vez fueron integrantes de la plantilla o lo son actualmente, pudiera llevarnos a ser injustos, al olvidar involuntariamente algún dato. Nos referimos en este caso, también a quienes en su momento han sido parte del cuerpo técnico, pero todos aquellos y aquellas que intervinieron o intervienen de alguna u otra manera con Tiburonas Rojas conocen la parte de historia y logros que les corresponde. Como anécdota y enseñanzas para las nuevas generaciones, cabe mencionar que las primeras versiones del equipo mayor, alargaran la vida de la playera por varios años, ajustándoles el nombre de la plaza de la entidad veracruzana en la que actuaban como locales.
Algunas madres, se encargaban también de apoyar en esta labor, pues las Tiburonas eran anfitrionas en la Capital de Veracruz en su momento en Gutiérrez Zamora, Misantla, Jalacingo, Perote, San Andrés Tuxtla, Tlalixcoyan, Córdoba, Boca del Rio.
En Perote, permitieron al Estadio Amado Nervo, albergar su primer y único encuentro internacional, cuando las Escualas recibieron al Zulia de Venezuela, propinándole una histórica goliza por 17-1; con el equipo mayor, destacan sus títulos internacionales en la Copa Maya de Costa Rica, en la Copa Maya de Quintana Roo y el sub campeonato en la Copa Sudamericana de Bogotá, allá en Colombia.