CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 24 (EL UNIVERSAL).- No fue fácil para Nico Rosberg obtener su primer título del mundo. Con 12 puntos arriba de su coequipero en Mercedes, Lewis Hamilton, lo único que tenía que hacer era subir al podio en Abu Dhabi, la última carrera del año en Fórmula Uno.
Pero Lewis Hamilton, a pesar de que se lo ordenaron por el radicomunicador, evitó lanzarse a fondo en la punta y con ello colocó a Rosberg a Merced de Sebastián Vettel (Ferrari) en las últimas vueltas.
Sin embargo, el segundo sitio era más de lo que necesitaba Rosberg para ser campeón, así que el Gran Premio finalizó con los tres primero lugares muy cerca uno del otro.
Poco antes del final Vettel rebasó a Verstappen para arrebatarle el tercer puesto, lo que añadió drama al colofón de la Fórmula Uno.
De esta forma, Nico emula a su padre, Keke, quien también fue campeón del mundo en 1982.
En la ceremonia de premiación, Rosberg señaló: «Le dedico la carrera a mi familia, agradeceré a los demás después. Logré lo mismo que mi padre, creo vendrá en unos momentos, será emocionante verlo».
La foto de Lewis Hamilton y Nico Rosberg dándose la mano dará la vuelta al mundo, después de un año difícil, por la relación tirante entre los dos, a pesar de que eran amigos desde la infancia.
El mexicano Sergio Pérez (Force India), mientras tanto, arribó octavo y con ello obtuvo el séptimo lugar en el campeonato de pilotos con 101 unidades, el mejor resultado de su carrera.
Por otra parte, en la última carrera con Haas y ante un futuro incierto en la Fórmula Uno para el siguiente año, Esteban Gutiérrez finalizó la carrera en el sitio 12.