Al Calor Deportivo

Red Sox acarician el campeonato

Con enorme trabajo del zurdo David Price por  seis entradas en las que sólo admitió dos imparables y dos carreras limpias ponchando a cinco, Red Sox de Boston emprende el viaje a Los Angeles habiendo puesto ya media estocada al escuadrón comandado por Dave Roberts al vencerlos 4-2.

 

Casi sin usar su cambio de velocidad en una noche fría que no se prestaba para ello, recurriendo a  su recta, de la que tuvo un comando de artista, Price tiene la que hasta ahora es la mejor labor de un abridor en esta Serie Mundial, acreditándose el triunfo no sin pasar tribulaciones con un temple que no muestra muy seguido en Playoffs.

 

La razón puede ser que, al igual que Clayton Kershaw, Price puede optar por salirse del contrato que actualmente tiene y buscar más dinero. Si tiene otra salida grande (si  da tiempo, porque los Dodgers pudieran ser barridos), bien pudiera animarse a probar la suerte en el mercado de agentes libres.

 

 

Con el bat destacó el mejor productor de la campaña, JD Martínez, conectando oportunísimo sencillo al derecho en la quinta entrada que trajo a tierra prometida a Mookie Betts y Andrew Benintendi con las dos carreras que marcaron la diferencia ante el relevista Ryan Madson, quien había sido garantía para Roberts, pero a quien anoche le tocó ser falible.

 

Cora vuelve a manejar con maestría a su bullpen, usando a Joe Kelly, Nathan Eovaldi y Craig Kimbrell, quien azotó la puerta en la cara de los californianos para acreditarse el rescate, el que realizó entre gritos de Beat LA y terminó entre un alarido atronador del parque más vetusto de las Mayores, que bien pudo haber visto beisbol por última vez en este 2018.

Por los Dodgers el derrotado fue el abridor Hyun Jin Riu, quien no pudo tirar ni cinco rollos y le corresponden las cuatro carreras fabricadas por los Red Sox.

Hoy vuelan  de costa a costa. Vuelo en que Boston estará paladeando el Sweet Caroline  que  tocan aquí en las postrimerías de cada juego. Los Dodgers están en modo East LA, oyendo el retumbar de Las Golondrinas que Boston pretende tocarles en cuatro juegos.