Una vez más, se comprobó que al Rey de Europa no lo puedes dejar vivir porque él no sabe perdonar.
El Real Madrid lo volvió a hacer. Victoria (2-3) de último minuto sobre el Manchester City en el Etihad Stadium para poner pie y medio en los octavos de final de la Champions League.
No siempre los Merengues merecen el triunfo, en ocasiones por su estilo de juego o por el rival que opone resistencia, pero, en esta ocasión, sí fue más que merecido.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti, conscientes de la fragilidad defensiva del conjunto inglés, salieron dispuestos a imponer condiciones y a controlar el ritmo del partido.
Ederson Moraes era la figura del partido en los primeros minutos, gracias a sus atajadas que evitaron dos veces que Kylian Mbappé abriera el marcador en el Etihad. El francés estaba ansioso por hacerse presente en el marcador.
Sin embargo, como se acostumbra a decir en el argot futbolístico: este deporte no es de merecimientos.
Entonces, apareció Erling Haaland, quien no suele perdonar cuando se encuentra solo dentro del área rival.
El noruego aprovechó la única acción de peligro que, hasta ese momento, había generado la escuadra de Pep Guardiola.
Josko Gvardiol, como si no fuera un defensa central, inició la jugada y terminó asistiendo, con el pecho, al Andoide, quien definió de manera tranquila con la pierna izquierda para superar a Thibaut Courtois; su primer gol contra el Real Madrid… no sería el único.
Las Noches Mágicas de la Champions League son para futbolistas mágicos y Erling Haaland es uno de ellos, pero del otro lado también estaba uno: Kylian Mbappé.
El atacante francés había sido más que insistente a lo largo del partido, pero la anotación se le había negado.
En una jugada más que fortuita, Donatello consiguió su ansiado gol (60′). Con un remate poco ortodoxo tras una gran asistencia de Dani Ceballos, Kylian Mbappé logró el empate para el Real Madrid. Hasta los genios cuenta con un poco de suerte de vez en cuando.
Todo parecía indicar que el marcador no se volvería a mover, pero la noche en Inglaterra todavía era muy corta.
Erling Haaland volvería a adelantar (80′) al Manchester City, gracias a una soberbia definición desde los once pasos. Pep Guardiola sonreía, pero rápidamente su expresión cambiaría.
Brahim Díaz (86′) y Jude Bellingham (92′), en cuestión de minutos, acabarían con la ilusión de los Citizens de ir a España con la ventaja.
La eliminatoria parece encaminada para el Real Madrid, pero al Manchester City de Pep Guardiola no se le pude dar por derrotado. Todo se definirá la próxima semana en el mítico Santiago Bernabéu. Para el eliminado, será un auténtico fracaso.