Todo mito o leyenda tiene su golpe de realidad y la etiqueta de invencible que tenía Lionel Messi ante equipos mexicanos, se destrozó en pedazos en Monterrey. Rayados hizo historia y además de sellar su pase a semifinales de la Copa de Campeones de CONCACAF, se convirtió en el primer equipo mexicano en derrotar (3-1) al argentino ocho veces ganador del Balón de Oro.
Lionel Messi jugó en Monterrey los 90 minutos aunque pudo quedarse en Miami y el impacto en el resultado final habría sido el mismo, ya que el argentino casi no tocó el balón, no logró incomodar en ningún minuto a Rayados ni generó una jugada de peligro en respuesta a la superioridad local, más allá de la asistencia al gol de honor que convirtió su equipo con la serie ya liquidada.
El espectáculo que no dio Messi, a los 53 mil 025 aficionados se los dio el conjunto local. Brandon Vázquez (30’) abrió el marcador tras un error en la salida de Drake Callender y comenzó la fiesta de goles.
Inter Miami fue un fiel reflejo de lo que es un equipo de la MLS. Un equipo sobrepoblado de súper estrellas de mediocampo en adelante, y una defensa extremadamente débil y errática, y ante un equipo de la jerarquía de Monterrey esos errores cuestan caro.
La Pandilla cumplió con las palabras de Fernando Ortiz y fue ofensivo todo el partido. Germán Berterame (57’) se reencontró con el gol en una exquisita definición tras recortar al centro por fuera del área y dejar en jaque a Nicolás Freire.
La exhibición albiazul tuvo un capítulo más. Jesús Gallardo (64’) con un gol de cabeza puso el último clavo en el ataúd de un Inter Miami que murió de nada.
Cuando ya era tarde y todo estaba definido, la Pulga envió un centro para el único gol del Inter Miami a cargo de Diego Gómez.