Ya no es casualidad lo que hace Puebla. Desde que llegó Nicolás Larcamón, La Franja cuenta con un sistema de juego inteligente y una mística que lo hace pelear con los “pesados” del futbol mexicano sin miramientos. La semana anterior empató con el América y ahora venció a los mismísimos Tigres en su estadio 0-2.
Los poblanos, último lugar en valor de plantel, 22.8 millones de dólares, le ganó al segundo club más caro de México con 83.6 millones. Una diferencia de 60.8 millones que nada valen en la cancha.
Ni todo el arsenal ofensivo de Miguel Herrera asustó a los poblanos que fueron al Volcán sin complejos, jugando a lo que saben y dando los golpes necesarios. Llegó más Tigres, Antony Silva se agrandaba a cada acción, y mientras eso sucedía Maxi Araújo se escapó por la banda, llegó a las narices de Nahuel Guzmán, disparó, la pelota, dio en el poste y rebotó en Carlos Salcedo, quien mandó el balón al fondo de la portería en un autogol.
uando se esperaba que Tigres sería un huracán, llegó el penalti cometido por Luis Quiñones a Ferrareis, que Pablo Parra hizo gol (45+3’).
Silva volaba de poste a poste para tapar los embates de Tigres, el poste también lo ayudaba y sus defensas que sacaban las pelotas a las que no llegaba. Los regios fueron disminuyendo poco a poco, Luis Enrique Santander les regaló un penalti, pero Gignac lo mandó al poste, en un partido donde todo su arsenal y sus millones, de poco o nada valieron.
Puebla llegó a cuatro puntos y Tigres se quedó con uno, y con un defensa menos, ya que Carlos Salcedo se irá a jugar con el Toronto F.C. de la MLS.